La Experiencia docente ha mostrado que la repetición aumenta la probabilidad de que algo se memorizará y lo que se enseña hoy en día es más probable que recordar que lo que se enseñó ayer – y esto es especialmente cierto en el caso de la música . Aprender música puede ser agradable, así como la educación. Un estudiante puede elegir cómo y cuándo debe comprometerse con la música y se puede usar la música para diferentes propósitos, incluso como un fondo para otras actividades, para mejorar los eventos sociales o para el refuerzo del grupo de pares. La educación musical abarca no sólo la enseñanza en las aulas formales de las escuelas y universidades, sino también las actividades de instructores instrumentales. Hay muchas otras personas que enseñan música y faciliten el acceso a la música sin necesidad de pensar en sí mismos como maestros en un sentido formal, así como promotores de la música, compositores, artistas, escritores, críticos del programa, la gente en la televisión, el cine y la radio y organizadores de festivales.
Enseñanza de la música se podría definir como un proceso durante el cual un educador musical induce a los estudiantes en las prácticas musicales a través de la creación musical activa. El logro de los objetivos y valores de la educación musical depende de involucrar a los estudiantes en el pensamiento musical sostenida y decidida que está en línea con las prácticas de diferentes culturas musicales. Sin embargo, en enseñar a los estudiantes a la práctica de manera efectiva, es importante tener en cuenta que la frustración y el aburrimiento a menudo surgen de esfuerzos contextuales desconectados. Los maestros deben ayudar a los estudiantes a entender cómo su práctica conduce a extremos elegido. Incluso los ejercicios diseñados para ayudar a corregir los problemas de fondo deben ser enseñados de una manera interesante, vinculando los esfuerzos individuales de los estudiantes a los objetivos artísticos más grandes de la práctica.