Más comúnmente conocida como música clásica, la música renacentista comprende principalmente el período entre el siglo XV y el XVII, y se caracteriza principalmente por ser polifónica y suave en líneas generales. Los estilos en los que se compone son:
- Música religiosa o sacra. Muy extendida durante esa época sobre todo porque los grandes impulsores de las artes eran los responsables de la iglesia y solicitaban de los artistas piezas de este tipo. La misa y el motete son los estilos más reconocidos.
- Cánticos profanos. Se trata de obras polifónicas que tenían unas particularidades en función del país en el que se cantaban. Las comedias eran muy populares, y se dice que las primeras piezas dramáticas que generaron la ópera datan de estas fechas y de este estilo.
- Música instrumental. Como su propio nombre indica está basada en instrumentos y no en el sonido de la voz, aunque se diferencia de otras polifonías por agrupar los instrumentos por familias. Con estas llegan las diferentes flautas e instrumentos de cuerda, así como los primeros “grupos” musicales, formados por aficionados que no tenían formación y por lo tanto no eran capaces de leer partituras y escribían sus propias piezas en un estilo propio y particular para cada uno de los instrumentos en concreto que tocaban.