Las grandes giras cambian Madrid por Barcelona

La rivalidad entre Madrid y Barcelona, o si lo prefieren Barcelona y Madrid, es una cuestión histórica. No se trata solo de una rivalidad futbolística o política. Se trata, principalmente, de una rivalidad económica y empresarial con múltiples vertientes.

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Una de las más llamativas es el liderazgo de la ciudad de Barcelona en atraer giras mundiales de los principales artistas y grupos de música que suelen elegir Barcelona antes que Madrid. No se trata de un movimiento político antimadrileño ni siquiera de una animadversión de los músicos hacia la ciudad de Madrid. Se trata de algo mucho más prosaico. Algo tan sencillo como una cuestión económica. U2 dará 4 conciertos en Barcelona en Octubre. En Madrid, ni están si se les espera. El único concierto en España de Madonna será, también, en Barcelona el próximo 24 de Noviembre. Como el de la nueva sensación del pop ligero y comercial norteamericano, Ariana Grande. Igual que el concierto hace escasas semanas de la diosa Katy Perry. Y antes pasó lo mismo con Beyonce y Lady Gaga. Por si fuera poco, la ciudad condal cuenta con uno de los mejores festivales que se celebran en España: Primavera Sound.

Hay dos causas principales que hacen que Barcelona consiga atraer las giras más exitosas, salvo excepciones, de los artistas y grupos internacionales que se deciden a venir a España.

La primera es una cuestión logística. Barcelona queda más cerca que Madrid de los principales aeropuertos y centros de comunicaciones europeos. Las grandes giras suelen llevar gran número de camiones para transportar todo lo necesario para poner en marcha los espectáculos. Juegos de luces y aparatos de atrezzo. Es más cómodo, y económico, que la distancia sea más pequeña de un lugar a otro.

La segunda razón es una cuestión de aforo. En Barcelona el recinto de mayor capacidad bajo techo es el Palau Sant Jordi con capacidad para 18.000 espectadores. En Madrid, el Palacio de los Deportes, ahora rebautizado como Barclaycard Center, cuenta con una capacidad de 15. 000 espectadores. Esos 3.000 espectadores extra se traducen en ingresos adicionales y la posibilidad de jugar un poco con los precios para atraer más espectadores.

Traer un grupo como U2, Muse, Rolling Stones o artistas como Bruce Springsteen o Madonna es caro . Además, si tenemos en cuenta las particularidades impositivas de España, 21% de IVA y una cuota del 10% para la controvertida SGAE, la situación se complica. A pesar de eso, en 2014 se ha experimentado la primera subida en 4 años en recaudación de música en vivo en España. Concretamente, una subida del 9%. Claro que el paso por España de Rolling Stones, éstos si tocaron en Madrid, o de One Direction, ayuda a mejorar los resultados. Algo parecido ocurre en el mundo del cine cuando hay en cartelera una película de Torrente o una de Pedro Almodóvar.

No parece que esta preferencia de ciudades vaya a cambiar próximamente. Imaginen el resto de ciudades importantes del país que quedan más aisladas de los mejores giras de los artistas más importantes a nivel internacional. Eso sí. Contamos con multitud de Festivales, sobre todo en verano, que traen a numerosos grupos relevantes aunque no sean los más comerciales. Al fin y al cabo, hay gustos para todo.