Y Los planetas se alinean de nuevo

Hablar de Los Planetas es para muchos algo casi sustitutivo a la religión. Con sus dogmas de fe, sus filias y fobias y sus desengaños y creencias. Experiencias para un grupo que acumula 25 años de carrera desde que lanzaran Super 8 en 1994 y que ya contenía alguno de los emblemas musicales del grupo granadino: De viaje, Qué puedo hacer y la oscura y genial La caja del diablo. En principio, subidos a la ola indie que recorría el país y como respuesta a la caída de la movida madrileña de los años 80 como punto de referencia musical en España.

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Una trayectoria singular con cambios importantes en el grupo siempre con la presencia de Jota y Florent como miembros fundadores aún en activo. Un inicio marcado por la distorsión y las guitarras afiladas con unas letras entre desgarradas y desconcertantes. A Super 8 le scedió Pop en 1996. Una pequeña decepción no musical sino comercial. La discográfica pensaba que el disco sería un pelotazo musical pero no fue así. El cristianismo empezó en las catacumbas de Roma antes de convertirse en una religión poderosa. Pero marcó un camino al que Los Planetas seguirían de ahí en adelante. Básicamente, harían la música que les daría la gana. Ahora con más razón.

A partir de ahí empieza una parte de su carrera marcada por la expansión hacia nuevos sonidos, sin abandonar sus señas de identidad poperas y la facilidad para construir himnos que sus adeptos cantan solapando la voz de Jota en directo entre la batería de Erik. En 1998, Una semana en el motor de un autobús. Una especie de diario con el amor, el desamor, las decepciones y las fiestas como hilo conductor impregando todo su recorrido. Con La Playa y Segundo Premio como estandarte en un disco de una hora de duración. Le siguen Unidad de desplazamiento en el año 2000, con sus coqueteos electrónicos, Encuentros con entidades en el 2002 y el fallido Los Planetas contra la Ley de la Gravedad en 2004.

Lo fácil hubiera sido por el mismo camino, el que le garantiza el éxito y la comodidad. Pero no fue eso. Un paréntesis un poco más largo de la habitual para producir La Leyenda del espacio en 2007. Un disco que juega con el título del disco de culto de Camarón, La Leyenda del tiempo, y que marca un cambio estilístico al adaptar canciones del flamenco al universo particular de Los Planetas. La mayoría de sus canciones adaptan diversos palos del flamenco, bien en letra o en mñusica, por la textura musical de los granadinos. Algunas de las composiciones y letras parecen como si hubieran estado escritas expresamente para ellos. Algunas más alegres y otras más oscuras, destacando entre estas últimas El Canto del bute y la desgarradora Si estaba loco por ti, la más arriesgada y la más redonda del disco con una letra arriesgada cantada entre muros de guitarra en una subida continua de decibelios y dureza. Olor a desepranza y traición.

El camino iniciado con este disco tuvo su continuación con una Ópera egipcia en 2010. Una especie de Version 2.0 que actualiza su sonido. 5 años han pasado ya desde la publicación de su último disco. Un impasse más largo de lo habitual que han roto esta semana con la publicaciónde un Ep compuesto por 4 temas para endulzar la espera de su nuevo disco y comprobar que hoja de ruta seguirá su sonido. El Ep se llama Dobles fatigas y ahonda en el recorrido último del grupo con un guiño a sonidos anteriores.

Las canciones que lo componen son:

  1. El duendecillo verde
  2. Motores de combustión
  3. Estadística
  4. Heroína