La música es una de las grandes industrias del entretenimiento de nuestro tiempo junto al cine, la informática y los videojuegos. Una industria que experimentó una gran bajada de ingresos con la difusión masiva de todo tipo de contenidos gracias al desarrollo y auge de las conexiones a internet y con la aparición de páginas de descargas de todo tipo que ofrecían de forma gratuita casi toda la música disponible en el mercado con un simple click en nuestro ratón del ordenador. La filtración del último disco de Madonna, Rebel Heart, un mes antes de publicarse, es uno de sus mejores exponentes.
Lo mismo le ocurrió al mundo del cine y de los videojuegos. Y cuando el pirateo merma tu cuenta de resultados, la industria tiende a reorganizarse pero bajo unos parámetros distintos. Nuevos modos para nuevos tiempos. Si Napster o Audiogalaxy fueron los pioneros de la descarga gratuita de música, Spotify lo fue para el contendio de pago legal. Mientras Napster se distribuía a través de ordenadores, Spotify lo hace también a través de teléfonos móviles. Otros difusores de música son Youtube( del gigante Google), Vevo y Xbox Msica.
Pero claro. En un mundo cada vez más tecnológico, los artistas más poderosos no están contentos con los emolumentos que reciben por sus creaciones. Por esa razón, algunos de los músicos más poderosos se han unido para crear otra plataforma que amenaza la posición del resto de actores del sector. Se llama Tidal y cuenta entre sus coprpitarios con: Beyoncé y su marido Jay-Z como máximos impulsores junto a la cantante Madonna, Alicia Keys, Chris Martin de Coldplay, Usher, Rihanna, Arcade Fire, Jack White y Calvin Harris, entre los más representativos.
Se han unido para hacer frente a Spotify, una compañía sueca, mayoritaria actualmente y conseguir hacerse con una tarta de ingresos bastante importante porque existe una gran cantidad de personas que están dispestas a pagar por escuchar música a un precio asequible siempre y cuando sea de calidad y que tenga un catálogo extenso.
Tidal nace de la compra por Jay-Z de la empresa sueca Wimp el pasado mes de Enero por 52 millones de euros. Para plantar cara a Spotify, nace con un catálogo de más de 25 millones de canciones y más de 70.000 videos musicales. Además de contar con la posibilidad de crear nuestras propias listas de reproducción. La principal diferencia con la compañía sueca es que solo se puede acceder mediante el pago de una suscripción mensual que varía desde la opción más sencilla de 9 euros al mes hasta la premium de 19 euros. Ésta última con una calidad de sonido superior.
El movimiento de Tidal nace con la intención de dar prioridad a los artistas. Spotify ha repartido mucho dinero a los propietarios de los derechos pero muchos de ellos prefieren controlar el negocio directamente. Recientemente, Taylor Swift ha retirado sus canciones de Spotify al no estar contenta con sus ingresos.
Es una lucha que anticipa el futuro de la música en un entorno totalmente digital. Controlar el negocio y los ingresos sin intermediarios. Al igual que con la propia música, se busca un enlace más directo con los fans y consumidores de música. Un futuro donde los artistas tengan más poder directo sobre sus creaciones y sus ingresos y donde el aumento de la competencia beneficiará a los consumidores. Más calidad a menor precio. Cómo debe de ser.
https://youtu.be/egShCjfvi9s
