No deber ser fácil ser la hija de un auténtico mito del rock convertido en leyenda a partir de su muerte por suicidio. Tampoco ayuda si tu madre es una drogadicta reincidente. Y tampoco lo hace fácil no tener ningún recuerdo vital ni personal con tu padre si al sucidarse no llegas ni a tener dos años. La madre se llama Courtney Love, lider del grupo Hole. El padre se llamaba Kurt Cobain y era el lider del grupo Nirvana, el mayor icono de la música de los años 90 liderando el surgimiento del grunge como alternativa a la música comercial superando en ventas incluso al entonces imbatible Michael Jackson.
Kurt Cobain se suicidó 3l 5 de Abril de 1994 de un disparo en la cabeza a la edad de 27 años. Los malditos 27 de Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrsion, entre otros. Un cadáver joven para vivir siempre joven en la mente colectiva. Los mitos nunca mueren y nunca envejecen.
Esta semana se estrena el documental Kurt Cobain: Montage of Heck. Producido por Francis Bean Cobain, hija del mito, y dirigida por Brett Morgen. Se trata del primer documental realizado con la cooperación de la familia del lider de Nirvana y cuenta con el privilegio de haber podido acceder a multitud de documentos de su archivo personal: pinturas, diarios, fotografías, obras de arte y grabaciones de video inñeditas del archivo personal del músico además de algunas demos de canciones. Una joya para cualquier mitómano o realizador.
Es un documental que sigue más la trayectoria vital y personal de Kurt Cobain que su faceta como lider de Nirvana. Aunque, obviamente, se entrecruzan entre sí ambas facetas en todo momento. No es posible separar la persona del mito. A pesar de esa colaboración, el documental no esconde el lado oscuro del rockero. Era imposible esconderlo, en cualquier caso. Pero no lo intentan. Un relato crudo y directo de una personalidad atormentada que pensaba que el mundo sería más feliz si él no formara parte del mismo.
Odiaba a los periodistas, especialmente a los musicales, pero quería convertir a su banda en la más grande del mundo. Un personaje contradictorio y lleno de ambición que vivió la temprana sepración de sus padres con un sentimiento de culpa que no le abandonó. Adicto a la heroína como forma de evadirse de una realidad que no le gustaba y en un continuo tobogán de emociones. Pero que nos dejó algunas joyas musicales como Nevermind, el punto de arranque del grunge como industria con una rabia que canalizaba como nadie la ira de la juventud. Y con In Uttero y la gloriosa actuación en el festival de Reading en 1992, subiendo al escenario disfrazado en una silla de ruedas. O escuchar la triste Dumb. En resumen, se conviertieron en la voz de una generación.
Una de las cosas que más chocan es que Frances Cobain dice que no le gusta mucho Nirvana y que prefiere a otros grupos como Mercury Rev u Oasis. Algo lógico, por otra parte. Es como si asociara Nirvana al hecho de no haber podido conocer realmente a su padre. Lo decía en una entrevista el otro miembro fundador de Nirvana, el bajista Kris Novoselic( Dave Grohl llegó después). » No era sencillo ser la banda más grande del mundo. Yo tenía vino y cerveza para sobrellevarlo. Kurt tenía heroína«.
Y de ese círculo vicioso no llegó a salir.
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